viernes, 12 de marzo de 2010

Narrativa

Por Carmen Elena Torres y José Ropero

Después de los ejercicios de respiración las niñas y los niños de la Comunidad de aprendizaje del Colegio La Presentación se regalaron historias como en las más refinadas tradiciones del oriente.



Contar historias, escribir lo contado

«Una vez en mi solar colocaron música y cuando fui a ver había un hombre montado en un árbol con una acordión, me asusté porque sentía como si fuera un imán y la música y el señor eran como otro imán, quise correr pero no podía correr».

Juan Felipe Pérez Sánchez

«Había una vez una niña que se llamaba camino, amaba mucho a Dios y estaba estudiando. Un día tenía una cita con el doctor porque a ella le dolía mucho la columna, el doctor le dijo que tenía cáncer. A la niña se le cayó el pelo y por esos días ella quería que se cumpliera el sueño de recibir una carta de su príncipe, pero ocurrió que cuando su papá estaba leyendo la carta paso un carro mula y lo aplastó. Sus amigos le enviaron un cuadro de Jesús y ella pensó que era de su príncipe entonces dijo me voy a morir el 26 de junio aniversario de José y María. Ella dijo mi papá me está esperando en el cielo. Todos los niños y amigos lloraron por ellos».

María Paula Bonet Jaime


«En la época antigua, había una india de oro que comía carne cruda y quería comerse a un hermano de su mamá llamado Juan, claro que antes le pedía permiso a la abuela».

Natalia Sánchez Rincón



«En un barrio había un poste muy alto y un niño pequeño que había muerto salía en las noches. La gente que pasaba veían al niño que salía de una casa, corría y se montaba en el poste, cuando se paraban a mirar el niño desaparecía así nomas».

María Paula Mora Jiménez

Natalia Sánchez, María Alejandra Martínez, Mariana Sánchez, María Paula Mora, Sergio Andrés Cañizares, Eilín Sofía Cáceres, Juan Felipe Pérez, María Paula Bonnet, María Carolina Lastra, y la Profesora Carmen E. Torres.

«Un día habían unos rateros en el barrio entonces llegó la policía, pero ya el abuelo había sacado el revólver, el vecino la escopeta, el otro vecino la pistola y se empezaron a dar plomo, algunos rateros murieron y otros se alcanzaron a montar en su carro. Los policías felicitaron a los del barrio y hasta le dieron una recompensa, nunca volvieron los ladrones tampoco los policías»

Sergio Andrés Cañizares

«Cuando mi abuelo era joven trabajaba mucho en el campo y un día vio que en una palmera pequeña había un panal y él se atrevió a tumbarlo, las abejas le picaron por todo el cuerpo y de eso se murió».

Eilín Sofía Cáceres


Plan de acción



2 comentarios:

  1. q la gozen con los profes son muy chebres me gustaria estar en raices magicas otraves

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  2. A MI TANMBIEN PERO ESTOY EN LA OTRA JORNADA........

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